Marzo de 2022.
Comienza la reunión con veinte minutos de retraso, porque el presidente ejecutivo puede llegar tarde y no pasa nada. Comienza con la reflexión de que si fuese por él esta reunión no se celebraría, porque el presidente ejecutivo puede pensar, decir y hacer lo que quiera y no pasa nada. Y se celebró porque le aconsejaron que así fuera. Certero consejo.
Resulta que ahora el proyecto Géminis no pasa de ser un trazo en un lienzo, una idea expresada en voz alta, que se analizará y se hará solo si es buena para la compañía. De las certezas de la charla del pasado 10 de febrero pasamos al mundo de las ideas gaseosas, de la irrealidad, los deseos, los proyectos y los análisis.
Expone que un sector antaño estable y previsible ha tornado en turbulento e impredecible, y que los “proyectos de transformación”, sus proyectos, tienen como objetivo que la empresa perviva, y con ella los empleos y las oportunidades. Insiste en que no es un troceo (le recordamos al Sr. Reynés que el primero en hablar de troceo fue él)
Insistió por activa y por pasiva que el presente y futuro son las energías renovables y que Naturgy llega con 14 años de retraso. Todos y todas sabemos que esto es así y que los únicos responsables de este retraso y de las decisiones erróneas son los anteriores gestores y planes estratégicos de Naturgy o Gas Natural Fenosa. ¿A qué viene ahora descargar su incompetencia sobre los hombros de los trabajadores y trabajadoras proponiendo, por ejemplo, congelaciones salariales con una inflación del 7% mientras ellos se suben sus sueldos a ritmo de galope?
Argumentó que el coste de capital de una empresa focalizada es inferior al de una empresa conglomerada, cuestión esencial para acometer grandes proyectos, los que otras empresas, por ejemplo Iberdrola, hace varios al año desde hace años.
Sorprendentemente compara la empresa con un matrimonio mal avenido que necesita divorciarse. Sorpresa mayúscula.
Reynés afirma que la acción ha caído porque estaba “dopada” por un presunto interés de IFM por incrementar su participación. Casualmente la caída coincidió con el anuncio del troceo.
También dijo que explicó Géminis en la charla del 10 de febrero, en la que inicialmente iba a presentar la próxima junta general, por los rumores que circulaban y por la exigencia que tiene una empresa cotizada ante la CNMV de informar sobre determinadas cuestiones relevantes. Lo segundo lo entendemos, lo primero no, ¿qué rumores, quién, dónde y cuándo?
Hizo un comentario muy desafortunado y desacertado al afirmar que la compañía funciona mejor desde que se cerró el proyecto Lean con la venta de las participaciones y tras el plan de bajas. Quizá a él no le afectó el fallo general de los sistemas que tuvo la empresa paralizada durante dos semanas (menos el paquete office que sí funcionaba), no sabe nada de nada de las cargas de trabajo que soportan muchos compañeros y compañeras por la reducción del personal de sus unidades y no es consciente que la realidad de la digitalización no tiene nada que ver con lo que se vende.
Afirmó vehementemente que la escisión no producirá ninguna baja del personal. Se pone a nuestra disposición y cuando tengan respuestas a nuestras preguntas nos las dará.
Desde CGT le expresamos primero que existe una clara divergencia entre los mensajes que se transmiten al personal y la realidad de lo que hacen. Por ejemplo, por un lado felicita a toda la plantilla y dice que la empresa ha alcanzado sus objetivos gracias a su trabajo, y por otro lado la somete a la congelación salarial mientras ellos suben sus emolumentos muy por encima del IPC. Otro ejemplo, por un lado venden la digitalización y que el futuro es digital y lo bien que ha respondido la plantilla con el trabajo en remoto, y por otro la triste realidad del presencialismo decimonónico. También expusimos la necesidad de llegar a un acuerdo sobre cuestiones relevantes, que si bien están en las negociaciones del convenio, por su urgencia, necesidad e interés mutuo por su implantación inmediata (al menos lo que nos venden dese hace varios años), como las actualizaciones salariales en un momento de inflación muy alta, la conciliación de la vida laboral, familiar y personal, la implantación del trabajo en remoto, y algunas cosas más que no se hablaron por falta de tiempo y a la espera de una nueva reunión.